domingo, 10 de junio de 2007

Los Recovecos del Armario y las canciones

Hits de Los Recovecos del Armario.

*Que se suicide Valeria Lynch
*Mierda... Mierda... Caca Mierda
*Vení Putita
*No tengo Forros... Tengo Bolsitas
*El Baldío es nuestro Nido
*Te Quiero... en Pelotas
*Pitotetaculobola

Un visionario representante quiso que grabaran un demo, dada la increíble simpleza de las canciones de LoRA, la única hora que pagaron en el estudio de grabación, les alcanzó para grabar 15 canciones y un cover de un conocidísimo tema de The Ramones. llevó las grabaciones a una importante discográfica, censuraron las 15 obras de propia autoría y, sorprendentemente, también el cover. De no haber sido así, la historia de LoRA hubiera sido diferente. Aunque era, quizás, imposible que alguien acepte ese producto... en esas épocas al menos, sabemos que hoy en día el rock n' roll se a vuelto algo tan banal y estúpido como lo es Miranda! simplemente por nombrar un grupo vigente en estos tiempos, el siglo 21 no es bastante generoso con el rock.
Algunos seguidores de LoRA afirman que en los noventa, cuando la banda amagaba con despegar, Sony les habría ofrecido miles de dolares para que la banda abandone su carrera musical, miles se ofrecieron anónimamente a depositar dinero en una cuenta para el mismo propósito.
Vale aclarar que el grueso de los seguidores de LoRA son acreedores.

viernes, 1 de junio de 2007

Los Recovecos del Armario y las demostraciones artísticas (el dibujo no se quien lo hizo, lo baje de internet, para ponerle onda ¿vio?)


Más retorno, menos, más, subime el bajo, que la segunda voz no me tape, el redoblante aturde, subime mi monitor, ¡Eh! no tanto, ¿Sabés manejar la consola?, la viola está aguda” Omar podía estar así por horas. en 990 el sonidista lo conocía, a veces le apagaba el micrófono en pleno show y Omar, compenetrado en su papel de rock – star ni se enteraba, en la consola se desarmaban a carcajadas, “este pelotudo sí que se la cree” comentaban.


el dueño de 990 era el Indio, en ese pub toco Charly García, Las Pelotas, Fabiana Cantilo, etc. sin embrago, el Indio te dejaba tocar.

A Manuel lo echaban cada dos por tres, pero el Indio lo dejaba entrar por atrás, sabía que no era malo, medio cabrón nomás.

Manuel sólo tomaba ginebra, por ese lado podría comenzar uno la busqueda de motivos que generaban sus cambios de actitud.

Era el más callado de LoRA, pero se le chiflaba el moño demasiado fácil.

Cierta vez, mientras compartían fecha en un festival de rock en el teatrino de la ciudad universitaria junto a MaPerQue y Giro en Fuga entre otros, se le acerca una piba, sonaba MaPerQué

  • Está buena esta banda ¿no? - le comentó a Manuel.

  • Y... hay gusto para todo – contestó este mientras le daba un trago a la ginebra, la cual, guardaba bajo su desgastada campera de jean.

  • ¿Qué estilo hacen ustedes? - preguntó la chica al ver el bajo colgando de la espalda de Manuel.

  • No se si hay un nombre para encasillar nuestro estilo, es muy similar a The Ramones – contestó él sin mirarla.

  • Pero... eso es punk – dijo ella.

  • aha...
  • y eso no es para nada complejo – palabras explosivas salieron de la inocente universitaria.

  • ¿Porqué no te vas a rascar la concha a la otra punta de la facultad y te dejás de hamacar en mis huevos pendeja forra y la puta madre que te parió? Tomátelas antes que te parta un ladrillo en la frente – gritó Manuel haciendo ademanes exagerados con las manos.



Subió LoRA, no dijeron nada, comenzaron a tocar y estalló el pogo... de unas cinco personas, ese solía ser el público que manejaban, no paraban de saltar frente al escenario, el resto de la gente charlaba por ahí, tomaba una cerveza o simplemente se alejaba del escenario del teatrino.

Antes de comenzar la tercer canción, Omar, agitado, jadeando, invita a subir a su hermano “¡Contemplen a un verdadero artista del rock n'roll! vean la diferencia con este tipo que se las trae”

dijo e inmediatamente, el invitado espetó un alarido que saturó los parlantes, se sacó la remera por más que el frío entumecía los dedos de los pies y corrió a lanzarse sobre el público, saltó con los brazos abiertos, las cinco personas que estaban abajo se encontraban bastante separadas, un seco, potente y grave estruendo se produjo al chocar el pecho del hermano de Omar y el suelo. Comenzó a sonar la banda, un acorde, solo un acorde, la guitarra hiper-distorsionada y el bajo eran castigados, la doble pedalera de Pepe era un interminable trueno, seguía, siempre, el mismo acorde. Se levantó del piso apenas recuperó el conocimiento, escupió un poco de sangre y comenzó a correr y saltar entre los asientos del teatrino, la gente se empezó a acercar, el personaje salió del terreno por un costado y, varios minutos después, apareció por el otro, subió al escenario, tomo el micrófono y con el pecho repleto de piedritas incrustadas en su piel, explotó un segundo alarido, más corto, menos potente y más afónico, alzó la remera, bajó del escenario y se fué perdiendo entre la oscura ciudad universitaria.

La canción finalizó con un fuerte golpe a uno de los platillos de la batería. “¡Aprendan manga de putos!” gritó Omar, tres golpes de baquetas de Pepe y sigió el show. La gente se amontonó frente al escenario.